domingo, 24 de octubre de 2010

La Pantalla Global


Para muchos, el cine es considerado como un arte de masas, esto se debe sobre todo al mecanismo colectivo de trabajo, pues a diferencia de las otras artes como la pintura o la escultura, el mecanismo de trabajo se individualiza en un solo artista quién es el autor inmediato y único responsable de su obra.

Estas son algunas consideraciones por las que se dice que el cine es un arte de masas:

v Por su modo de producción

v División del Trabajo (un arte colectivo)

v La novedad y la diversidad

v Por su modo de difusión

v Por su modo de consumo

v Legibilidad del genero (fácil identificación)

v Accesibilidad

Para los expertos el escenario futuro del cine, es predecible, en términos de la mercadotecnia, pues gracias a las nuevas tecnologías y plataformas de difusión como el Internet y específicamente las redes sociales, es posible predecir una saturación de oferta, e incluso se habla de un tercer tipo de consumidor: el Hiperconsumidor, que mantiene a los teóricos de cine en suspenso. ¿El nuevo soporte sustituirá a la proyección en salas?

Dentro del llamado cine hipermoderno, es evidente la saturación de imágenes, así como la plural complejidad de los filmes, esto desde luego que afecta al estilo, a la narrativa y a la imagen en general del séptimo arte, pues demerita un “trabajo artístico” que busca posicionarse como una cajetilla de cigarros dentro del mercado y de la preferencia del público. De la hipermodernidad los procesos constructivos del cine han tomado otros rumbos, ahora se producen continuaciones, remakes, e incluso parodias de grandes clásicos del cine.

La inclusión de las nuevas tecnologías, ha llevado a los extremos los efectos directos de la tecnología, ahora son lo que moldean y dan pautas a la estética que se basa en la saturación vertiginosa de imágenes, en la ilusión perfecta de la realidad que trae consigo una lluvia de sensaciones jamás imaginadas, el espectador ahora está sentado frente a una interfaz que le ofrece un goce sensorial.

Algo que llama la atención, en los últimos años del cine, es la ultra violencia, este espectáculo sanguinario ocupa un lugar considerable en el cine moderno. Más que un tema, resulta ser un estilo, un genero de la cinematografía que se mancha y se etiqueta de sensacionalismo. En qué medida el nuevo cine moderno: sangriento, trivial, violento, comercial, vacio, etc., influirá en las sociedades, partiendo de la premisa que el cine es una ventana, es una forma de concebir y construir la realidad a través del lenguaje de los signos. Es la nueva paradoja de la pantalla global.


Yovegami Ascona Mora

La interfaz


Resulta importante destacar que hoy en día, estamos dejando de utilizar las interfaces tradicionales físicas y nos hemos convertido en lo que Lev Manovich llama la sociedad de la pantalla, en donde utilizamos una pantalla para leer el periódico, para ver películas, para comunicarnos con los compañeros de trabajo, los familiares y amigos.

En términos semióticos, la interfaz de la computadora actúa como un código que transporta mensajes culturales en una diversidad de soportes. Todo lo que vemos a través del montitor en Internet: texto, videos, música, pasa a través de una interfaz del navegador y luego, a su vez, por la del sistema operativo.

La interfaz moldea la forma en que el usuario conciben la información y determina también la forma en que piensa en cualquier objeto mediático al que accede a través de la computadora.

En este sentido, la interfaz nos lleva de la mano, es un acompañante en todo momento, impone su propia lógica, a medida que la pantalla del navegador de Internet sustituía las del cine y el televisor, la pared de la galería de arte, los libros y las bibliotecas, se puso en manifiesto una nueva situación: toda la cultura, pasada y presente acababa siendo filtrada por la computadora, y con esa determina interfaz con la que se comunica el hombre.

Se suele decir que los mundos virtuales interactivos, ya se accede a ellos a través de una interfaz de pantalla o de realidad virtual, constituye un suceso lógico del cine. De ahí que la hipótesis para el cine del siglo XXI representa al usuario como un avatar que existe literalmente dentro de del espacio narrativo.

Comenzamos a ver que la palabra escrita y el cine, también pueden ser considerados interfaces, aun cuando históricamente hayan estado vinculados a unos tipos específicos de datos, pues cada uno posee su propia gramática de funcionamiento y sus propias metáforas y sobre todo presentan una interfaz física particular.

Las interfaces culturales parten a su vez de viejas formas como el cine y la prensa escrita, las interfaces, por lo tanto ofrecen posibilidades nuevas entre la maquina y el hombre para el arte y la comunicación. La realidad virtual nos permite viajar por espacios tridimensionales inexistentes.

Una computadora conectada a la red, se convierte en una ventana al mundo, desde la que podemos acceder a sitios que se encuentran a miles de kilómetros de distancia. Con la ayuda de otros periféricos como el ratón y una cámara web, la computadora puede transformarse en un ser inteligente, capaz de entablar una conversaron con nosotros.

Mirando una pantalla, es como el usuario experimenta una ilusión de navegar por espacios virtuales, de estar físicamente presente en otro lugar, o de que el propio ordenador te salude. Hoy en día, la pantalla, como la computadora se está convirtiendo con rapidez en el principal medio de acceso a todo tipo de información, ya sea texto o imágenes fijas o en movimiento.

La pantalla se vuelve un concepto omnicomprensivo, que abarca incluso el funcionamiento de la representación no visual, aunque se realiza una apelación a un modelo visual en concreto, desde la perspectiva lineal.

El hecho de que los videojuegos y los mundos virtuales continúen codificando la gramatica del cine, no es un hecho accidental, sino que es un hecho coherente con la trayectoria global de la información de la cultura desde mediados del siglo XX.

Yovegami Ascona Mora

martes, 12 de octubre de 2010

viernes, 30 de abril de 2010

Sin Titulo


"Sin titulo"
Fotografía Digital
Santa María Yacochi, Tlahuitoltepec, Oax.
2010

"Simplemente un lugar para hacerse viejo; no hay más"