Sábado 19 de Abril
El club de Leones lucía aparentemente vació, sin mucho movimiento. Eran alrededor de las 6 de la tarde y la gente empezaba a llegar al recinto para ser testigos de un evento sin precedentes, la razón: Rata Blanca en el Puerto de Veracruz.
A las 6:30 la fila para el ingreso era pequeña. Incluso muchos llegamos a pensar que tal vez el lugar no se llenaría y que la gente no respondió como debería. Tal fue nuestra sorpresa que en media hora más la fila había crecido a tal grado de llegar al extremo de la otra calle. (la fila empezaba en la taquilla del club de Leones que está al principio de la calle).
La banda empezaba a crecer, unos llegaban en camiones de pasaje, en carros particulares, a pié o en autobuses como lo hicieron gente de Córdoba, Orizaba y Xalapa.
El cartel anunciaba que el espectáculo daría inicio a las 8 de la noche. Para esa hora la fila daba casi la vuelta a la manzana. Mucho bullicio e inquietud daba señas que la gente estaba desesperada por entrar.
Un guardia de seguridad (de apariencia rusa) daba órdenes a que tuvieras nuestros boletos en mano y así hacer más rápido el acceso.
8:30 de la noche y nada. Se empezaba a correr el rumor de una posible cancelación. Minutos más tarde esa versión fue desmida por otra quizás menos creíble: Resulta que el mismo día de la presentación de Rata Blanca, en el Boulevard de Veracruz se llevaría a cabo un desfile de la Coca-Cola.
“Rata Blanca no ha llegado por culpa del Osito de la Coca-Cola” se escuchaba por parte de los elementos de seguridad de Corpus Producciones, la empresa que organizó el evento.
Y es que el Hotel donde se hospedaron los integrantes de la banda Argentina estaba supuestamente bloqueado por el desfile del refresco más popular del planeta.
Fue hasta las 10:30 de la noche cuando por fin, después de la larga espera y una gran incertidumbre, permitieron el acceso al recinto.
El club de Leones lucía aparentemente vació, sin mucho movimiento. Eran alrededor de las 6 de la tarde y la gente empezaba a llegar al recinto para ser testigos de un evento sin precedentes, la razón: Rata Blanca en el Puerto de Veracruz.
A las 6:30 la fila para el ingreso era pequeña. Incluso muchos llegamos a pensar que tal vez el lugar no se llenaría y que la gente no respondió como debería. Tal fue nuestra sorpresa que en media hora más la fila había crecido a tal grado de llegar al extremo de la otra calle. (la fila empezaba en la taquilla del club de Leones que está al principio de la calle).
La banda empezaba a crecer, unos llegaban en camiones de pasaje, en carros particulares, a pié o en autobuses como lo hicieron gente de Córdoba, Orizaba y Xalapa.
El cartel anunciaba que el espectáculo daría inicio a las 8 de la noche. Para esa hora la fila daba casi la vuelta a la manzana. Mucho bullicio e inquietud daba señas que la gente estaba desesperada por entrar.
Un guardia de seguridad (de apariencia rusa) daba órdenes a que tuvieras nuestros boletos en mano y así hacer más rápido el acceso.
“Rata Blanca no ha llegado por culpa del Osito de la Coca-Cola” se escuchaba por parte de los elementos de seguridad de Corpus Producciones, la empresa que organizó el evento.
Y es que el Hotel donde se hospedaron los integrantes de la banda Argentina estaba supuestamente bloqueado por el desfile del refresco más popular del planeta.
Fue hasta las 10:30 de la noche cuando por fin, después de la larga espera y una gran incertidumbre, permitieron el acceso al recinto.
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