sábado, 26 de septiembre de 2009

Chavo...chavito



Lo que no se ve del Chavo


Durante una visita a Perú (país en el que es muy querido el chavo) Roberto Gómez Bolaños, aseguró que el final del Chavo del 8 iba a ser tremendamente trágico. “Iba a tratarse de la muerte del Chavo atropellado tratando de salvar a otro niño”. El final iba a ser de este modo, pero la hija de Bolaños, que es psicóloga le advirtió que no lo hiciera ya que los niños podían tomar actitudes mucho más graves, e incluso el suicidio

Actualmente, un número de padres de familia y pedagogos y especialistas advierten que la serie contiene mensajes que influyen en la conducta de los niños. A diario vemos por la televisión un concierto de cahetadas, golpes, coscorrones, nalgadas, pelliscadas que se dan entre los personajes de la serie. Basta con recordar las cachetadas de Doña Florinda a Don Ramón u otra persona y los golpes que éste da al Chavo y a su hija "La Chilindrina".

Otra de las características por las que ha sido descalificada la serie es que es partidaria de que “La familia no existe”. Si recordamos en la barriada no existe ninguna familia completa, Doña Cleotilde, doña Florinda y don Ramón son viudos y cada uno vive con un hijo. La bruja del 71, es soltera y, el Chavo, representa al niño abandonado que un día llega al lugar y se queda a vivir para siempre.

Los otros, los que vienen de visita tampoco tienen pareja. El profesor Jirafales es soltero; el dueño de la propiedad, el señor Barriga, cuida de su hijo Ñoño o Jaimito, el cartero campesino nunca se ha casado.

Los adultos viven solos (sin otro adulto) y ninguno de los niños tienen hermanos. Existen atracciones entre ellos pero no llegan a compartir sus vidas. Doña Florinda y el profesor Jirafales se aman pero nunca lo expresan directamente; doña Clotilde suspira por don Ramón pero éste la desprecia; el Chavo sueña con una de sus compañeritas de escuela y no se da cuenta de que la Chilindrina lo persigue enamorada.

El modelo convencional de familia se pierde, pero no los lazos afectivos. En el barrio se reparte la pobreza; las emociones; la desesperanza, los juegos, y momentos de alegría .Los pleitos y la agresividad de las relaciones son vencidos por el cariño.

Se deja en tela de juicio algunas de las particularidades de la serie: como los golpes y cachetadas que se observan en cada uno de los capitulo, así como los insultos y deja al descubierto un detalle casi imprescindible: el factor familia que rompe con todos los paradigmas de la sociedad.

De hoy en adelante a cada lugar que volteemos lo hagamos ya no como un simple decodificador de la  masa promedio, si no como decodificadores con la capacidad de analizar e interpretar cada mensaje que los emisores nos proyectan. Solo así evitaremos ser manipulados e influenciados por los grandes genios de la comunicación.

Yovegami Ascona